He de reconocer que siempre he sido un nostágico....este hilo no es en absoluto nuevo, de hecho pertenece al primer foro (¿cierto?); pero dado su profundo interés humano me he decidido a reenviarlo. Igual se puede borrar, como sustituir mi nombre como por el de los autores originales; en fin, vosotros direis. Yo creo que igual alguien más se anima y se deja arrastrar por la ilusión de recordar su primer roce con un MSX

Original de Robsy

El mercado de los ordenadores personales se fue enfriando, empezando por el MSX, que no estaba protegido por una compañía en concreto, sino por muchas, que habían dado por finalizado el experimento, en el que gigantes de la talla de SONY habían perdido hasta la camisa. El ritmo de aparición de los juegos decayó muchísimo, hasta el punto de que sólo aparecían juegos de producción nacional, a la vez que las revistas se iban fusionando entre sí, y desapareciendo sus cabeceras.
En aquellos tiempos de frustración y decadencia, me pasé a las consolas, primero muy discretamente, con una ATARI 2600, y después ya con todo el equipo: una Nintendo y, poco después, deslumbrado por sus gráficos, una Sega Master System. El MSX quedaba arrinconado para días de nostalgia, para hacer un poco de gimnasia mental programando alguna tontería en BASIC. Además, la comunidad del MSX se movía ya hacia aires para mi desconocidos: MSX2, con tantos colores que daba vértigo, o sus sucesores, monstruos cibernéticos como el MSX2+, en el que los colores se contaban ya por miles, o el Turbo-R, con tantos megahertzios que uno se despeinaba sólo de leer las especificaciones técnicas. Además, sin unidad de disco, uno estaba ya fuera de juego. Así que con gusto caí en las maléficas garras de los Super Marios y los Alex Kidd. Pronto añadí una Gameboy a mi set de vicioso profesional, mientras mi padre abandonaba también sus queridos Amstrad PCW para pasarse a los carísimos PC, con sus ruidosas unidades de disco de 5,25” y tarjetas gráficas Hercules. Tiempos de cambio y agitación, sin duda. Mi padre, enloquecido con el MS-DOS y su comportamiento errático, trabó amistad con un carnicero-informático, rara especie del lugar, que tanto despachaba solomillos como memorias y discos duros. Un buen día mi padre apareció en casa con un SONY HB-F9S bajo el brazo y sencillamente me dijo: para ti. Algún amiguete del técnico se había hartado del MSX, que había acabado en su casa y, mi padre, al reconocer el archiconocido logo, lo rescató del cubo de basura. Qué tarde, qué semana, qué mes me pasé descubriendo las posibilidades infinitas de esos SCREENs que iban más allá del 2, con tantos colores que uno no se los podía aprender de memoria. El BASIC parecía ahora suficiente como para hacer una superproducción de Hollywood. Conseguí así dar un paso más, pero seguía descolgado por no tener unidad de disco. Hice mis primeras pruebas en ensamblador, con el DEVPAC, de Hisoft, pero además de no entender nada de los listados que copiaba, trabajar desde cinta era un suplicio, así que seguí aferrado al BASIC, haciendo juegos cada vez más ambiciosos y que nunca terminaba. Así que, me acabé convenciendo de la superioridad material de los ordenadores PC, cuyo QuickBASIC era una especie de regalo divino, con colores a raudales, definiciones de pantalla desconocida y velocidades asombrosas. Y todo ello pudiendo salvar en disco. En poco tiempo arrinconé incluso mi MSX2, aunque en una tienda local conseguí hacerme con un lote de programas y cartuchos de MSX a precio de saldo, porque el ceñudo comerciante decidió que no quería saber nada más de ordenadores de 8 bits.
Llegaron los tiempos del PC, de la Universidad y de lenguajes de alto nivel distintos al BASIC, como el Pascal, el C y otras especies aun más dañinas. Enganchando la ola de Internet en un temprano 1994, seguí desarrollando utilidades y juegos para PC, a cada cual más sencillo, hasta descubrir de repente la Meca del MSX, Funet, así como las muchas páginas de MSXeros que iban proliferando, y contacté en directo con grupos activos de usuarios, que incluso me enseñaron en directo un Turbo-R. Estos extraños individuos editaban hasta un fanzine. Para los que no lo hayan adivinado, se trataba de la gente de la secta, sí, los auténticos MeSeXes y cía, a través de su agente infiltrado, Marcos, conocido como Mato#34, alter ego del Capitán Corbata. Aun así, no conseguió prender en mi la mecha del MSXismo militante, y seguí trabajando con mi PC en asuntos cada vez más aburridos. Algún tiempo después, sin embargo, conseguí mi primer MSX2 con unidad de disco y, por fin, pude disfrutar en directo de grandes programas que antes no había podido ver, salvo a través de rústicos emuladores.
Sin embargo no me dejé arrastrar demasiado por el MSX, y empecé a hacer mis primeros pinitos en ensamblador. Para aquellos que crean que esto es normal, les puedo decir que lo primero que programé en ensamblador fue un PDP-11. Curiosísimo. A partir de ahí, me pasé al PC, donde la arquitectura del 80286 permitía hacer cosas bastante curiosas con una tarjeta gráfica VGA. Y no satisfecho con ello, empecé a interesarme por la Gameboy, en la que hice mis primeros experimentos. Como las herramientas disponibles no me gustaban, hice mi propio ensamblador para Gameboy, conocido como GAL, Gameboy Assembler Lite, con lo cual mi conocimiento sobre el sistema avanzó muchísimo. Sin embargo, la llegada de la Gameboy Colour, en lugar de animarme a seguir, me hizo recordar al pobre MSX, abandonado en el armario. Y entonces, en un fin de semana, convertí mi ensamblador de Gameboy a un ensamblador para Z80. Así empezaba mi carrera, programando un ensamblador para MSX antes de haber escrito ningún programa en ensamblador para MSX. Aprendí, y aprendí mucho trasteando. Por aquel entonces efervescía en actividad la lista de correo HispaMSX, donde muchos me ayudaron. Fruto de aquellas primeras colaboraciones fue el primer WAVeR, un programa que convería las ROMs de MSX en un fichero audio en formato WAV, que podía ser cargado en un MSX real a través del puerto de cassette. Qué emoción poder jugar a todos aquellos juegos clásicos en mi MSX. Rápidamente aparte el resto de consolas, incluso las de 16-bits, como la Megadrive y la Super Nintendo, cuyos juegos, aunque espectaculares, me parecían fríos en comparación con la sencillez y elegancia de los juegos japoneses para MSX de la primera generación. Empecé así una etapa mucho más activa como usuario y desarrollador para MSX, aunque lo que hacía en realidad eran utilidades para PC relacionadas con el MSX.
Llegado el momento, pensé que estaba preparado y me lancé con mi primer proyecto íntegramente en ensamblador: una versión del clásico PONG de ATARI para MSX, para ver si era capaz de hincarle el diente a algo tan sencillo como eso. Y me costó, me costó. Tanto que el proyecto nunca fue acabado. Sin embargo, ya había entendido las bases de la programación para MSX y así me atreví a crear mi propia página de MSX, Robsy's MSX Workshop, y no satisfecho con eso, convocar un concurso de programación para ordenadores de la primera generación, MSXdev'03. Para ese concurso programé un juego que había descubierto hacía muy poco, GURU LOGIC, cuya versión para MSX2 me pareció muy pobre en comparación con el original del Gameboy Advance. Me propuse superar esa versión y trabajé a fondo los gráficos y el diseño visual del juego, consiguiendo un resultado mucho más fidedigno, en la forma de una ROM de 32 KB. Ese juego, sin embargo, fue prohibido por la compañía propietaria de los derechos, Aiky, heredera de la legendaria Compile, por la presión de unos usuarios holandeses que estaban preparando una versión del mismo juego para MSX2. Curioso. Y reconozco que bastante frustrante: trabajo durante más de un año en mi primer juego para MSX y, al poco publicarlo, me prohiben su distribución gratuita. Sin embargo, la publicación del juego de algún modo sirvió para darme a conocer a la comunidad y, respetando mi trabajo, Jon Cortázar, excelente grafista y diseñador, contactó conmigo para trabajar conjuntamente en una versión del SUPER PUZZLE FIGHTER. En ese momento nació Karoshi Corporation como sello de desarrollo para MSX, uno de los dúos más activos de la escena, y con una buena colección de juegos en su haber y muchos más por venir. El resto es historia.

Bueno, ésta es mi pequeña aventura con el MSX. ¿Qué hay de las vuestras?

P.S: Para lo que son mas de letras, deciros que el nombre del hilo se debe al libro "Confesiones de un comedor de opio", de Thomas de Quincey. Lo del MSX es como que peor...

Original de El Viejo Archivero

Hay que ver la de tiempo libre que tienen algunos para escribir... bueno, allá voy.

Mis padres no eran partidarios de ordenadores y demás zarandajas. Lo vinculaban a los juegos -por supuesto- y decían que nanay... hasta que a mi padre le regalaron un MSX (mi querido HB10P), allá por 1986 en un lote navideño en su trabajo (creo recordar). El MSX venía con monitor Sony HITBIT de fósforo verde, aún lo conservo , así como una grabadora/lectora de cassette BITCORDER tambien de Sony... ¿lo siguiente?: listados de BASIC a saco, modificandolos para aprender y tal, porque de juegos, nada: hasta que un día vino un amigo a casa que tenía MSX y trajo el Fernando Martin. ¡Qué vicio señores!. A partir de ese momento mis padres decidieron quitar el cerrojazo al bloqueo, y en las siguientes navidades nos regalaron a los 3 hermanos sendos juegos, a saber, Abu Simbel Profanation, Army Moves y Soul of a Robot, así como un joystick.

Esa fué la época del intercambio de juegos, de la compra y grabación masiva y del tecleo de programas BASIC de la revista que devoraba numero tras numero, MSX-Club. En esa época desarrollé 3 juegos en BASIC de los que solo conservo dos y están perdidos en mis cajas de cintas... MahJong (en realidad era un Shangai), Jumpy in Magical Island (un juego tipo maze) y Super Space Ball (un pong con naves espaciales y torneos 2P), así como varias conersacionales... en esa época mis programas se firmaban como SSP (Sunshine Productions). Algún día los buscaré por ahí, solo por la nostalgia...

Pasaron los años, conocí los MAC y mi afición por la ilustración (pixels para mis juegos BASIC, sobre todo comics e ilustración en general) desembocó en mi profesión actual, donde empecé como aprendiz de diseñador y ahora ejerzo como director creativo en una agencia de publicidad de Bilbao. Ahora bien, si en el trabajo cohabito con MACs en casa siempre tuve PCs, donde empecé a descubrir la emulación... pero no fué lo que me hizo volver al MSX, de hecho siempre estuve enganchado a sus juegos y siempre he tenido el MSX encendido en la casa de veraneo de mis padres, en Zaragoza (me lo llevé allí cuando tuve mi primer PC).

Pero gracias a la emulación es cuando me reenganché al desarrollo de juegos más serios. Y así contacté con Robsy para plantearle un proyecto y así nació la renovada Karoshi Corp., con una nueva seriedad y con más potencial, así como con una nueva imagen corporativa.

Y ya está, el resto se lo dejamos al futuro... ¿Qué nos deparará?. ¿Quien sabe?

Original de DarthFistro

Pos mi historia arranca cuando en el 84, año en que iba a hacer la comunión, estaba arrejuntando pa comprarme un zx81. Meses después aspiré un poco más alto y tenía un Spectrum en mente. Llega el día 24 por la noche, Navidad a las puertas, y mi padre y yo salimos a comprar un C64 que era por lo que finalmente me decidí. Al pasar por una tienda (que ya no existe, cuánto me gustaría saber cómo se llamaba) vimos un hb-55p y entramos a preguntar qué era eso. El dependiente me enseñó un hb-75p, cartuchos de ampliación, etc. y el día de Navidades ya tenía el Sony conectado al televisor. Mi padre me obligó a aprenderme (en serio) el manual del basic antes de enchufarlo, así que a las pocas horas encendí el ordenata e intenté un clon del ghostbusters en screen 0 (lo que daría por ver eso ahora). Aquello fué una putada pero me alegré ya que era el único de la clase (yo diría del colegio) que sabía algo de programación Al menos hacía cositas con screen 2 y sprites.

Cuando pasé al instituto y los 8bits estaban en decadencia, mi padre compró un PCW y le dí un poco al basic por aquello de lo cómodo de la unidad de disco, aunque aquello era una patata. En 3ºde BUP llegó el Amiga, intenté aprender un poco de asm para el 68000 pero se me atragantó, hasta que al año siguiente llegó el 286 y aprendí pascal. El turbo pascal de Borland cambió mi visión de la programación. Posteriormente mi interés decreció hasta que hace un año, con el Internete, descubrí la "comunidad MSX" y me decidí a hacer mi primer programa "en serio" aprendiendo para ello a redefinir en screen 1, etc. Un mundo nuevo para mí.<br>
La cosa me picó y por culpa de la insistencia de los bandidos del foro de hispamsx acabé cayendo poco a poco en el lado oscuro del ensamblador y tuve que ponerme el nick con el que firmo actualmente, ya que el padawan Juanma-basic-walker murió como tal

Y aquí queda la cosa. Tengo claro que la programación en PC no me tira en absoluto (y total, ¿para qué? Cada x años sale un windows nuevo y lo que haces lo tienes que acabar tirando a la basura).

Saludos,

Juanma

¡Muchas gracias JL por recuperar este hilo!Estas historias/aventuras personales siempre son muy amenas y entretenidas.¡Y al resto que se ha ido incorporando a los foros,que empiecen a contarnos sus vivencias!

KNM
Mariñas Pixelado

AVISO: TOCHO INFUMABLE

Allá por MCMLXXXVI yo quería tener un ordenador, pero el dinero mandaba y claro, yo no mandaba sobre él. Así que me tenía que conformar con un anuncio a escala casi 1:1 que tenía en la portada el teclado de un Spectrum es triste, pero no tenía otra cosa.

Un vecino tenía un Spectrum 48k, así que de vez en cuando me "mudaba" a su casa para pasar tardes enteras jugando a mitos como el Jet Pac, que fue el primer juego al que jugué en un ordenador. Pero claro, yo no tenía ninguno... y sentía en mi interior la imperiosa necesidad de tener uno.

Todo el año transcurrió y el 23 de Diciembre de ese mismo año llegaron mis padres por la noche a casa con dos bultos enormes. Aún recuerdo lo primero que pensé: un ordenador y una televisión. Enseguida desheché la idea, ya que me dijeron que se trataba de unos paquetes que había que entregar en el cuartel de la legión que había al lado de nuestra casa (mi madre trabajaba en una tienda de efectos militares y muchas veces traía paquetes para dejar en el cuartel de al lado, con lo que se ahorraban los portes).

Sin embargo algo me mosqueé cuando me dijeron: "ábrelos, ya verás". Me dieron uno, lo abrí y me encontré con un televisor en blanco y negro de 14 pulgadas, marca Denvo. Yo estaba que no salía de mi asombro. Al abrir el siguiente paquete me encontré la caja de mi querido HX-10... según mi madre si no llego a tener un sillón detrás me hubiera caido al suelo de la emoción.

Al día siguiente lo primero que hice fue abrir el libro del Basic y empezar a empaparme con las instrucciones, quería usarlas todas, aprender a programar, algo en mi interior me decía que yo había nacido para eso. Esa misma tarde mi padre y yo conectamos el HX-10 a la tele y pude, por fin, introducir un pequeño programa. Si señor: lo primero que hice con el MSX fue programar en Basic, mucho antes de tener un juego o un lector de cintas.

Unos días después me compré un lector de cintas y algunas cintas vírgenes, que empezaron a llenarse de programas hechos por mí. En febrero de 1987 me compré mi primera MSX-Extra, el número 28, comenzando una colección (que aún hoy sigue incompleta) de revistas hasta Diciembre de 1991, cuando dejó de publicarse la MSX-Club.

Pero hasta ese momento sucedieron muchas cosas: empecé a aprender a programar y en un año ya había, más o menos, dominado el Basic, así que mi padre me regaló un libro sobre código máquina. Empecé a programar sobre un papel y a transcribir los programas a base de pokes que ensamblaba yo mismo (no tenía un ensamblador!), así que imaginaos lo que tardaba en hacer algo. Sin embargo de aquella época salieron unos cuantos scrolles (carácter a carácter) y algún que otro efectillo chulo.

También me dediqué a arreglar un programa que venía con el Toshiba, que no era sino una base de datos. Recuerdo que el programa estaba totalmente destrozado (ignoro por qué), con un montón de errores de programación que, pacientemente, logré ir eliminando con lo que conseguí ejecutarlo sin problema alguno.

Y ahora una serie de recuerdos inolvidables:

-Una hora esperando a que abriera la tienda para comprar mi primer cartucho: Nemesis-2.
-Tres días tardé en terminarme el Nemesis (comprado un año y medio más tarde).
-Unos chicos que me prestaron durante una semana el goonies y el Green Beret, a cambio les dejé el Nemesis 1 y 2. Tardé en recuperarlos más de un mes. Obviamente no me volvieron a ver el pelo.
-La primera vez que vi un juego de cartucho pasado a cinta. Me quedé a cuadros, ya que no sabía que tal cosa pudiera hacerse. Ese día empecé a jugar al Twin Bee, Circus Charlie, Knightmare y Soccer
-El verano en el que mi padre se interesó por la programación. Nos tecleamos el simulador de vuelo del Columbia que viene en un libro que tengo y diseñamos un programa para aprender latín. Lástima que 28kb's son demasiado escasos (una versión de este mismo programa la tengo en Turbo-Pascal, es capaz de identificar la declinación de un nombre y declinarlo correctamente).

Por aquellos días empecé muchos proyectos de juegos: plataformas, naves... pero con los medios de que disponía (ensamblaba y editaba los gráficos a mano... de la música ni hablemos) apenas alguno pasó de proyecto. Ahora uno de los últimos ya está algo más avanzado y posiblemente vea la luz este año bajo el sello de Buresto Faiya

En 1991 empecé COU y me dediqué a estudiar sin parar para conseguir una buena nota y no tener problemas para entrar en la universidad. Además cada vez era más difícil ver algo de MSX por las tiendas. Las revistas cada vez eran peores... y mis compañeros de instituto estaban comprando todos Amigas, así que el 17 de Enero de 1992 me compré un A500 y el HX-10 pasó a vivir en el armario, hasta que se lo presté a un amigo que lo tuvo durante un año y medio.

Mientras tanto yo me metí de lleno en el Amiga. Aprendí ensamblador del 68000 y la primera vez que tuve un programa ensamblador en mis manos no daba crédito a mis ojos, era increíble. El MSX seguía estando en mi corazoncito y le pedí a mi amigo que me lo devolviera. Aunque siguió viviendo en el armario durante un largo tiempo, de vez en cuando (especialmente el 23 y 24 de Diciembre) lo sacaba y me echaba unos vicios al Nemesis o al Nemesis 2. De repente un colega me regaló dos cartuchos: uno raro del que no recuerdo el nombre y el otro The Maze of Galious. ¡Qué vicio! Me encanta ese juego.

Unos años después (estando en 3º de carrera) me compré mi primer PC: un 386. Lo necesitaba para hacer las prácticas, así que no hubo más remedio. Un año después lo actualicé a un Pentium a 100Mhz. Como necesitaba memoria un colega me ofreció un par de SIMMS por dos cartuchos de MSX, así que me desprendí del raro y del Maze of Galious (aún hoy me doy de toñas por haberlo hecho). Afortunadamente no le dije que tenía el Nemesis I y II.

Y ahí empecé a usar más el PC que el Amiga. Instalé el Modem en el PC, con lo que el Amiga quedó únicamente para programar y jugar.

Un día me encontré con un chaval al que conocía y me dejó un cd lleno de ROMS de MSX y un emulador. Me lo copié todo en el disco duro y se lo devolví... cometiendo otro error fatal. Me preguntó si sabía cómo detectar si un MSX era MSX1 ó MSX2 y recordé que en una MSX-Extra venía un truco en la última página donde se explicaba cómo hacerlo. Así que al devolverle el CD le presté la revista... y nunca más la recuperé. A día de hoy es el ÚLTIMO NÚMERO que me falta para completar la colección de las MSX-Extra (el 39, por si alguien lo tiene repe ).

A partir de ahí descubrí el maravilloso mundo de la emulación, que me permitía jugar a los juegos que veía en las revistas y que nunca pude tener. Ni que decir tiene que los dos primeros juegos que probé fueron el Salamander y el Nemesis III. También el USAS, que es uno de mis juegos predilectos Gracias a Robsy lo tengo en cartucho original

Pero la vida continúa y tras terminar la carrera empecé a trabajar. Me di cuenta de que cada vez usaba menos el Amiga. Ya sólo lo empleaba para jugar muy de vez en cuando y hubo un momento en el que dejé de usarlo durante meses. Al final lo acabé vendiendo en 1999.

En el año 2000 me entró el gusanillo de tener un MSX mejor que el que tenía y contacté con Rafa Corrales para que me consiguiera un 2+ o un Turbo-R. El TR me parecía demasiado caro por aquellos momentos, así que le pedí que buscara un 2+ para mí. A finales de Septiembre me dijo que ya lo había localizado, ¡BIEN!

En Diciembre me habló de las RUs de Barcelona y me dijo que si quería ir con Iván Isidro y él, que alquilaríamos un coche y nos presentaríamos allí. No me lo pensé dos veces y allá que nos fuimos los tres.

Fue increíble, ya que vino gente incluso desde Japón, estaban los de Matra con la recreativa... yo me compré un montón de cosas, entre ellas el cartucho del Salamander con un interruptor para usarlo como SCC Unos días después me llegó el 2+, aunque estaba algo tocado del teclado (arreglé las teclas) y de la disquetera (le puse una de PC).

A partir de entonces empecé a colaborar con Rafa en la organización de las MadriSX (contando a partir del año 2002) y me fui involucrando cada vez más en la escena MSXera yendo a RUs de Barcelona y retomando los proyectos de programación que tenía pendientes gracias a los ensambladores cruzados que me permitían programar mucho más rápido que 15 años antes. El año pasado KNM me propuso fundar Buresto Faiya y estrenamos el grupo con el PONG512 (para desesperación del pobre KNM) y el Namake's Bridgedrome que todos conocéis.

¿Actualmente? Bueno, pues tengo mi Turbo-R ST con un lector de CF de Sunrise y mi HX-10 está pegadito al PC para probar las cosillas que voy programando (aunque las suelo probar en el emulador en sus fases beta y dejo el HX-10 para las pruebas finales, ya que el teclado está algo tocado). ¿Y el 2+? Pues está en casa de mis padres y hace años que no lo uso. Seguramente lo rescate este verano, lo ponga a punto y lo lleve a alguna RU para ponerlo en venta.

¿Mi interés en el MSX? Principalmente programación. He descubierto que aún se pueden sacar muchas cosas de un (no tan) simple MSX1 y espero que este año podáis (¿) disfrutar (?) de alguna de ellas. También me interesa la literatura sobre el MSX (y en general sobre la época dorada de los 8 bits). Tengo unos cuantos libros sobre MSX que me gustaría escanear

¿Qué colecciono? Principalmente las revistas MSX-Club y MSX-Extra, de las cuales tengo casi el 90% de la colección perfectamente ordenada y etiquetada. También los cartuchos (con caja y manual a ser posible) que me gustaron de la época. Pocos hay que me falten, pero creo que el Quarth y el Space Manbow van a ser difíciles (léase caros) de conseguir. Tampoco es algo que me mate...

¿Qué es para mí el MSX? El MSX representa lo mejor de una época de mi vida en la que las cosas no iban todo lo bien que cabe esperar. Para mí representa una vía de escape que me permite relajarme tras la rutina diaria. Si estoy animado puedo quedarme hasta las 3 de la mañana programando (siempre que las cosas vayan funcionando) y luego acostarme y dormir de un tirón 5 ó 6 horas para despertarme sintiéndome totalmente descansado, como si hubiera dormido 10 horas.

¿Hasta cuando? Para siempre... bueno, hablemos en serio. Esto es un hobby. Por mucho cariño que le tenga al MSX (y le tengo bastante, creedme) hay una vida entera por vivir. No se qué va a pasar en el futuro, quizá dentro de un año esté esperando un hijo (¿quién será la madre? ) o no. Quizá me acabe por cansar, quizá la gente se vaya desenganchando y nos quedemos muchos menos de los que ya somos. Por eso me gusta también colaborar en las reuniones, que pasen de ser meras reuniones a reuniones/exposiciones, que atraigan sangre fresca a la escena. Ya sea MSX, ya sea Spectrum, Amstrad, Commodore... Si cada vez quedamos menos, cada vez quedarán menos ganas para seguir y antes se acabará todo esto.

El próximo 23 de Diciembre se cumplirán 20 años de aquella noche en la que mis padres me regalaron mi primer MSX. Lo que es seguro es que ese día (pase lo que pase con el resto de la gente) estaré jugando con mi MSX.

Ojalá pueda contaros que haré lo mismo para celebrar el 50 aniversario... 

Muy buenas historias. Me pongo y os cuelgo la mía en breve 

Me cagüen la burra!!, y yo que creía que el MSX Kun era el más friki!!!. Joe, nerlaska, eres un gameplanner nato, entonces (peaso inventiva).

¡Me como por dentro de la curiosidad con tu RPG!. ¡Muchos ánimos, compañero!